Para el sistema DIF Altamira, que titula la C.P. Rossy Luque de Martínez, el brindar atención por igual a los niños, niñas y adolescentes forma parte de uno de sus compromisos de corazón realizados al inicio de la presente administración municipal.

Fue en el marco de la Feria de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes que se destacó el apoyo brindado hacia el menor Emmanuel Isaac Pilarte Sánchez, originario de Nicaragua y quien migró hacia nuestro país en compañía de su madre, en la búsqueda de una mejor calidad de vida.

Emmanuel y su mamá fueron detenidos por las autoridades migratorias el pasado viernes 19 de noviembre, y puestos a disposición del DIF local. Desde entonces, por instrucciones de la presidenta del organismo, se les han brindado todas las facilidades y servicios que otorga el sistema para el desarrollo integral de la familia, como lo es asesoría psicológica, consulta médica, alimentación balanceada mañana, tarde y noche, así como las gestiones pertinentes ante el consulado de Nicaragua para esclarecer su situación migratoria a través de la Procuraduría General de los niños, niñas y adolescentes del sistema DIF Altamira.

Como parte del derecho universal que tienen todos los niños a la sana recreación, el pequeño Emmanuel fue invitado personalmente por la presidenta del DIF Altamirense, Rossy Luque de Martínez a referido evento, en donde el pequeño de 14 años pudo convivir con otros niños y conocer más sobre sus derechos universales.

Con actividades como jenga, memorama, lotería de valores y el módulo del buen comer, el menor disfrutó de una agradable tarde familiar, siendo atendido en todo momento por personal capacitado de dicha dependencia municipal.

“En el sistema DIF garantizamos la seguridad y bienestar de todos los niños y niñas que llegasen a estar en una situación desfavorable. Con atenciones y un trato cálido y humano, son recibidos en este organismo que me honro en encabezar”, expresó la presidenta del DIF Altamira.

Esta feria de los derechos de los niños, niñas y adolescentes se efectuó con la finalidad de reforzar mediante acciones formativas y educativas los valores éticos, sociales y culturales que aseguren una sana convivencia entre los miembros de la familia y la comunidad altamirense.