El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en Altamira continúa con la entrega de raciones alimentarias en los comedores comunitarios, los beneficiados se llevan a sus domicilios la proporción que se ofrece en los espacios, como medida preventiva durante la contingencia del COVID-19.
Por instrucciones de la presidenta del Sistema DIF Altamira, Alma Laura Hernández Amparán, las raciones alimentarias no se han dejado de proporcionar en los cuatro Espacios de Alimentación, Encuentro y Desarrollo, así como también en la granja San Pedro en donde son llevadas diariamente las comidas calientes.
Los Espacios de Alimentación, Encuentro y Desarrollo tienen como objetivo proporcionar acceso a una comida caliente en un lugar físico para fomentar el desarrollo comunitario de la localidad, facilitando la formación, participación y organización comunitaria.
A pesar de haberse implementado una cuarentena a nivel nacional para prevenir la propagación del coronavirus, en el municipio de Altamira las acciones de apoyo para los sectores más vulnerables no son suspendidas y muestra de ello, es la entrega de raciones alimentarias a niñas y niños, adolescentes, mujeres embarazadas, adultos mayores, personas con discapacidad, y personas en extrema pobreza.
Distribuyéndose así un total de 12 mil 140 raciones durante los meses de abril y lo que va del mes de mayo en los espacios ubicados en la Zona Centro, colonia Diana Laura Riojas, ejido El Fuerte, Villa Cuauhtémoc y en la granja San Pedro; en ésta última, son repartidas tres comidas diarias.
Para cumplir con las medidas sanitarias solicitadas por la Secretaría de Salud y prevenir mayores casos de COVID-19, las personas que elaboran y reparten los alimentos cuentan con cubrebocas, guantes, gorra, así como realizar el lavado de manos constantemente y la aplicación de gel antibacterial, mientras que los beneficiados se llevan su comida a los domicilios para evitar aglomeraciones.
El Gobierno Municipal de Altamira, que encabeza la alcaldesa Alma Laura Amparán Cruz, y la presidenta del voluntariado, Alma Laura Hernández Amparán, trabajan de la mano diariamente sumando esfuerzos para que los sectores de mayor vulnerabilidad, sobre todo, durante la suspensión de actividades no esenciales por la pandemia del coronavirus cuyo impacto es a nivel mundial.